lunes, 4 de mayo de 2015

I. “Sanciona primero, investiga después”. Gestión de prestaciones sociales en los Jobcentre Británicos.

Reproduzco aquí un artículo en el que he colaborado, esta es la primera parte, a lo largo de esta semana incluiré la segunda.  Ha sido publicado en el Blog de Argilan, Plataforma de ESK contra la exclusión social y de la cual formo parte. 
En el último debate de la BBC de preguntas a los distintos líderes que se presentan como candidatos a Primer Ministro, David Cameron, actual primer ministro británico planteo una dicotomía falsa: "Earning vs learning" "trabajar o estudiar" pero no depender desde el inicio de tu carrera profesional de los beneficios del sistema. 
Esto es totalmente falso, ya que muchas personas no disponen de los suficientes recursos para poder estudiar  y al mismo tiempo tampoco pueden incorporarse al mercado laboral. 
El modelo de política de reducción del gasto social al mínimo (muy extendido en la actualidad), impide la posibilidad de desarrollar una cobertura económica y social que permita a las personas "incluirse" en el sistema  o ante circunstancias sobrevenidas no "descolgarse" de él cayendo en la exclusión.
Es en este marco donde se puede interpretar las iniciativas que desde los Jobcentre se llevan a cabo y que podéis leer a continuación.





Os animo a leerlo, porque la situación que describe... Nos resulta familiar.

“Sanciona primero, investiga después” Gestión de sanciones en los “JobCentre” de Gran Bretaña.

Desde Argilan, nos hacemos eco de la polémica surgida en Gran Bretaña en torno al sistema de sanciones a las personas desempleadas registradas en los “JobCentre” y que son perceptoras de prestaciones sociales.
La alarma saltó en Julio del año pasado cuando David Clapson enfermo de diabetes falleció sin dinero, electricidad, ni alimentos en su estómago, tres semanas después de haber sido sancionado y suspendida su prestación.
En respuesta a este hecho, más de 200.000 personas indignadas por su muerte firmaron una petición reclamando una investigación exhaustiva e independiente sobre el régimen de sanciones del Departamento de Trabajo y Pensiones. Consiguiendo su objetivo, una comisión parlamentaria de Gran Bretaña formada por diversos partidos ha pedido la revisión urgente del sistema de sanciones a los perceptores de ayudas ya que es injusta, excesivamente punitiva y no ayuda a la gente a encontrar un trabajo.

Salvando el fatídico suceso de la muerte de David, algunos de los hechos narrados de la situación Británica nos resultan similares a los casos de personas titulares de RGI. Lo verdaderamente alarmante tiene que ver con la política y lógica imperante detrás del modelo de gestión de las prestaciones sociales que se esta desarrollando en el caso Británico o tratando de implementar, con algunas similitudes, en nuestra opinión, con la gestión de la RGI por parte de Lanbide.



La situación en Gran Bretaña es la siguiente: en Octubre de 2012 entró en vigor un nuevo sistema de sanciones a personas desempleadas perceptoras de ayudas del gobierno.
Un sistema que funciona con el lema "sanciona primero, investiga después" y que causa dolor, hambre y que hace más difícil para la persona desempleada  poder encontrar un trabajo.
El actual régimen de ayudas condicionadas es burocrático, caprichoso y brutal; impacta de manera desproporcionada en la gente vulnerable, particularmente en las personas discapacitadas, dejándolas frecuentemente desamparadas, en la pobreza y dependiendo del banco de alimentos para comer.
Sancionar no ayuda a encontrar trabajo y el modelo británico se ha centrado en la tarea de imposición de sanciones, primando una vez más el ahorro por encima de las personas.
¿Nos suena?
Las sanciones se imponen de manera inapropiada, causan privación, miseria y problemas de salud y fuerzan a los demandantes de empleo a recurrir a los bancos de alimentos para sobrevivir. La investigación parlamentaria refleja que las sanciones son frecuentemente por incumplimientos triviales, los parados no entienden porqué han sido sancionados, y tienen que arreglárselas para salir adelante sin ingresos.
Los parados más vulnerables y que corren más riesgo de ser sancionados son especialmente aquellos con enfermedades mentales o dificultades de aprendizaje.
En el último año se han impuesto alrededor de un millón de sanciones. En 2013, 871.000 personas han sido sancionadas con la perdida total o parcial de sus ingresos por un mínimo de cuatro semanas.
Por otra parte, existen unos pagos de subsistencia pero solo una minoría es informada de ello, forzando a muchos a sobrevivir con cero ingresos. Los bancos de alimentos se han visto desbordados desde que se aprobó el nuevo reglamento de sanciones en 2012, un 83% de ellos han visto aumentar el número de personas que acuden.
La hacienda Británica es la única que parece beneficiarse del sistema de sanciones, se han recuperado 275 millones de libras en 2012, frente a 50 millones en 2010.



¿Te ha resultado interesante este artículo? ¿Conocías el caso de David Clapson? ¿Crees que pueden llegar a ser efectivas las recogidas de firmas aquí en España?
Puedes participar dejando un comentario sobre estas u otras preguntas que te hayan surgido a raíz de este artículo.

Un saludo.
Miriam S.C.

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