Esta efeméride viene con retraso. El pasado 18 de Diciembre, se conmemoró el Día Internacional de las personas Migrantes, con muy poco que celebrar y si muchísimo que denunciar.
Por este motivo, desde milaboratoriosocial, quiero manifestarme como extranjera (dícese de toda nación que no es la propia. Acep. nº 3 RAE) en Europa, salvando la consideración de esta como nación.
Porque no me es propia esta Europa que promulga la convivencia y el respeto por los Derechos Humanos y valores democráticos y que promueve lo contrario, olvidándose de las personas, haciendo primar los intereses económicos sobre los sociales, porque no hay economía sin sociedad y no hay respeto y convivencia social bajo la incongruencia.
Quiero desde aquí celebrar esta efeméride mostrando mi hartazgo, mi hastío sobre la absoluta ausencia de valores éticos, tanto humanos como sociales por parte de las instituciones que nos dirigen y mal gobiernan.
Por todo esto, a muchos no nos resulta extraña la proliferación de la xenofobia a lo largo y ancho de Europa, aun así no dejan de resultarnos extrañas algunas de las declaraciones que llegan a nuestros oídos por parte de personas con las que nos topamos a lo largo de los días. Y por esto mismo no debemos dejar de denunciar las ideologías, actitudes o manifestaciones racistas y xenófobas que estas políticas, medidas, leyes o decretos provocan, ni debemos dejar de esforzarnos en desmentir y explicar el por qué de rumores y estereotipos.
Por todo esto y mucho más he elegido el inapropiado título de esta entrada. Existen muchas medidas que criminalizan y deshumanizan, que hacen parecer a las personas extranjeras como indeseadas para otras. Pues bien, yo digo y grito que NO HAY PERSONAS APESTOSAS :
APESTOSA es la hipocresía.
APESTOSO es querer penalizar un valor humano como es el auxilio y la hospitalidad.
APESTOSO es vincular migración y delincuencia.
APESTOSOS son los CIEs. Centros de reclusión en los que se encierran a personas que NO han cometido delito alguno, presas sin ningún tipo de garantía de derechos.
APESTOSAS son las medidas de Control Fronterizo:
Por este motivo, desde milaboratoriosocial, quiero manifestarme como extranjera (dícese de toda nación que no es la propia. Acep. nº 3 RAE) en Europa, salvando la consideración de esta como nación.
Porque no me es propia esta Europa que promulga la convivencia y el respeto por los Derechos Humanos y valores democráticos y que promueve lo contrario, olvidándose de las personas, haciendo primar los intereses económicos sobre los sociales, porque no hay economía sin sociedad y no hay respeto y convivencia social bajo la incongruencia.
Quiero desde aquí celebrar esta efeméride mostrando mi hartazgo, mi hastío sobre la absoluta ausencia de valores éticos, tanto humanos como sociales por parte de las instituciones que nos dirigen y mal gobiernan.
Por todo esto, a muchos no nos resulta extraña la proliferación de la xenofobia a lo largo y ancho de Europa, aun así no dejan de resultarnos extrañas algunas de las declaraciones que llegan a nuestros oídos por parte de personas con las que nos topamos a lo largo de los días. Y por esto mismo no debemos dejar de denunciar las ideologías, actitudes o manifestaciones racistas y xenófobas que estas políticas, medidas, leyes o decretos provocan, ni debemos dejar de esforzarnos en desmentir y explicar el por qué de rumores y estereotipos.
Por todo esto y mucho más he elegido el inapropiado título de esta entrada. Existen muchas medidas que criminalizan y deshumanizan, que hacen parecer a las personas extranjeras como indeseadas para otras. Pues bien, yo digo y grito que NO HAY PERSONAS APESTOSAS :
APESTOSA es la hipocresía.
APESTOSO es querer penalizar un valor humano como es el auxilio y la hospitalidad.
APESTOSO es vincular migración y delincuencia.
APESTOSOS son los CIEs. Centros de reclusión en los que se encierran a personas que NO han cometido delito alguno, presas sin ningún tipo de garantía de derechos.
APESTOSAS son las medidas de Control Fronterizo:
- apestosas vayas y muros que nos encierran.
- apestoso FRONTEX.
- apestosas son las expulsiones.