miércoles, 18 de junio de 2014

Miguel: caerse, levantarse y reponerse.

Me encuentro nuevamente ante esta "hoja" en blanco y después de incumplir la intención formulada al comienzo de este blog de realizar al menos, una entrada por semana. Por aquel entonces, desconocía en parte la dificultad y compromiso que adquiría fruto de la inexperiencia que mantengo.

Los avatares de la vida no han permitido el trabajo semanal en milaboratoriosocial, debido a las dificultades de conectarse al "cibermundo" que todavía existe fuera de las urbes, y también a situaciones personales trágicas unas y de júbilo otras que esta que escribe ha tenido que atravesar.

Hay momentos, en los que el tiempo se detiene (los menos), otros en los que apenas parece trascurrir, por el contrario experimentamos en la gran mayoría de nuestra vida (exceptuando la infancia) cierta angustia con el voraz devenir de los años. En mi caso, y no se si es compartido, he tenido la sensación de ambas cosas, lentitud en algunos días y la velocidad estrepitosa de los meses.

Uno de los motivos ha podido ser la angustia que genera el anhelo de algo nuevo, de algo esperado, en lo que has y han invertido tiempo, dinero y sobretodo esfuerzo.

Estos últimos meses, los he dedicado a acompañar y despedir, y no en sentido profesional a pesar de que tambien desde el trabajo social deba ser personal y cercano, sino en un sentido que podría describir como íntimo, individual, familiar y compartido.

Después de la despedida viene el duelo, por todo lo que fue y no podra volver...después del duelo viene reponerse, levantarse y caminar.

Por lo que el futuro se presenta desde dos posibilidades, por suerte no excluyentes pero si dificilmente compatibles, autocandidaturas laborales y autoempleo.
Dedicare otro momento a profundizar en ambas posibilidades, valgan estas palabras para retomar el compromiso, el día a día y la esperanza.




Miguel que me has construído

Miguel que me has herido,

Miguel que me has ofrecido,

Miguel ¡¡¡cuánto me has querido!!!!

 

 Miriam S.C.