miércoles, 17 de diciembre de 2014

Empleos y Rentas Mínimas: mi caso particular.

Recientemente, ha hecho un año desde que Milaboratoriosocial se puso en marcha. Pretendía utilizar este espacio como una actividad que me permitiera mantenerme ocupada e ir desarrollando pequeñas reflexiones en torno a mi profesión, también desarrollar habilidades y tener un pequeño y personal diario a modo de carta de presentación en la búsqueda de empleo que reflejara mis intereses, inquietudes o simplemente aquello sobre lo que se me ocurre escribir.
Por aquel entonces, ansiaba poder llegar a conseguir un empleo en mi ámbito profesional, y he de decir que finalmente lo logré. Uno de mis objetivos iniciales al menos en ese momento, lo  conseguí. Sin embargo, esto  unido a las dificultades de conexión a internet (al no disponer en mi domicilio) han reducido las expectativas iniciales del blog y poniendo el peligro el resto de objetivos. Mantener este espacio con al menos una entrada mensual se convirtió por las circunstancias en otro nuevo objetivo más realista.
El hecho de haber logrado cierta empleabilidad en el ámbito social y siendo este uno de mis objetivos he decidido "dedicarme" esta entrada, enfocando la precariedad en el empleo y la protección social a través de las rentas mínimas desde mi realidad.



Otra  de las razones tiene que ver con un reportaje periodístico publicado hace un par de semanas, en el cual fui una de la  personas entrevistadas. La finalidad era mostrar la precariedad actual de los nuevos contratos, personas con empleo y salarios por debajo de los 600 euros.
El reportaje elaborado por Jose Antonio Corbillón Miranda fue publicado el pasado Domingo 7 en periódicos que el Grupo Vocento tiene en diferentes puntos del Estado.
Soy una de las 5,7 millones de personas en España de las cuales su salario no supera el Salario Mínimo Interprofesional, concretamente, mi sueldo mensual corresponde a 200 euros mensuales por 5 horas de trabajo semanales. Aún así me siento contenta, lo que no quiere decir, por supuesto, conforme.

 Injustamente, hemos llegado a una situación de precariedad laboral tal, que permite que personas que tienen un trabajo remunerado puedan encontrarse igualmente en situación de pobreza. Este, por suerte no es mi caso.